El fúlbo´ amater

Postulo que el (deporte) amateur es la representación sana y libre del (deporte) profesional. Que la profesionalización es, en general, el congelamiento de la creatividad, del abrirse camino; siendo el sendero cercado que nos permitirá acomodar esta actividad en la red de relaciones capitalistas, vender nuestra fuerza de trabajo como mercancía para ser contratado y participar en competencias deportivas detrás o bajo una institución o empresa. Aquí el flujo de relaciones del poder-hacer (LIBRE en el deporte), queda trastocado por la relación patrón-empleado del contrato establecido.
La exigencia por el resultado (propia de quien persigue la eficiencia de un emprendimiento en el cual ha invertido) en simetría con la sumisión de quien pende de un contrato y no quiere perder su trabajo concluyen en una relación deforme de poder y sometimiento, con gran trasfondo de intereses que muta -como decía- la disposición competitiva sana del deportista en competitiva violenta.

26 de agosto de 2008

3-4 vs Los Masones "(no) es sólo una cuestión de actitud"

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Una vez más el Verde Cambalache perdió en los últimos minutos y la clasificación a la 3ra ronda está en riesgo. Los Masones se aprovecharon de las falencias verdefensivas y derrotaron a los mejicanos por 4 a 3 en un vibrante partido.

Con la ausencia de varios de sus jugadores por causas como las lesiones (desgarros y fracturas), la explotación de los días domingo a la clase trabajadora y el rocanrol, entre otras, el Verde salió a la cancha a buscar sus primeros tres puntos en esta nueva 2da ronda con tan solo once jugadores; es decir, nada de cambios (vale aclarar que el Ministro Demasi firmó la planilla, pero agradecido debe estar que su eterno desgarro le permitió al menos llegar a la cancha 3 a presenciar el partido).
En presencia de una ex-gloria del equipo (VER FOTO: cordobés de nacimiento éste, con pasado oscuro en las cercanías de Plaza Once, residencia en Mar del Plata, pero actualmente de paseo por las playas uruguayas) y con el orgullo que implica defender la verde casaca, los mejicanos formaron así: Seligmann; G.Azcona, M.Espósito, Dreyer y Ciocca; Pereira, Sáez, Schkolnik y Bruzzi; F.Mayora y G.Zavala.

En los primeros 15 minutos del encuentro NADA se le vio ofrecer al V.C. Ni dos pases seguidos podían dar sus diez jugadores de campo y sus piernas simulaban haber corrido una maratón ya que no respondían a las circunstancias del juego. Entre tanta desorientación e inaptitud física por parte de los verdes, fueron Los Masones quienes se hicieron dueños de la pelota... y lo bien que sabían manejarla. Ejerciendo presión ante cada salida verde meta acorralaron a los mejicanos en su propio arco hasta que llegó la obvia apertura del marcador. Tras un córner que posteriormente cabeceó uno de bordó, el Arquerazo Seligmann fue exigido a rechazar con los pies, pero sus defensores durmieron en la segunda jugada o, mejor dicho, los durmieron en la segunda jugada cuando un delantero se anticipó a su marca y anotó el primer tanto del partido.
Sin embargo, ni ésta lección de haber sufrido el 0-1 por una desconcentración en la marca hizo levantar el juego del Verde. Por el contrario, Los Masones tomaron mayor dominio de la redonda y varias veces estuvieron cerca de duplicar la ventaja, pero la suerte no estuvo de su lado. Y si de suerte venimos hablando la citamos nuevamente para el inmerecido empate del Verde. Porque Sáez, con una pelota parada frontal al arco, remató muy fuerte y al ras, pero un enredo en los pies del Tin habilitó involuntariamente a G.Zavala para que éste domináse y cruzáse su tiro ante la salida del arquero. Mientras algunos defensores rivales le reclamaban off-side al juez, los demás no podían creer el modo en el que el Verde llegaba a la igualdad, repito, sin merecerlo.
El empate parcial contentaba a los mejicanos, no así a Los Masones, aunque claro está que no conformaba a ninguno de los dos. Ni al Verde ni al Bordó les servía el punto y por eso no se dedicaron a cuidar el empate en los minutos restantes de la primera etapa. Pero una nueva verdesconcentración en la verdefensa por no verdespejar a tiempo un pelotazo frontal (que picó una, dos y tres veces en campo propio hasta entrar al área) ni por rechazar, el arquero, de puños permitió la avivada del nº 9 masón, que con un cabezazo entre Seligmann, Patadita Dreyer, G.Azcona y el Señor Espósito llevó a su equipo al entretiempo con ventaja de uno.
Durante el descanso se oyeron críticas varias hacia el equipo en su conjunto por insuficiencia de huevos, pero con especial hincapié en la verdefensa, de gran responsabilidad fáctica en los goles masones. Las desatenciones en la línea de fondo cambalache causaban (y con razón) desconfianza y temor en el resto de sus compañeros. Sin embargo, desde el mediocampo hacia adelante el Verde tampoco jugaba el mejor de sus partidos (con toda la ironía que la presente afirmación merece). La ausencia de M.Castro había obligado a modificar una vez más la alineación inicial y era toda una odisea llegar a tres cuartos de cancha con pelota dominada.
Pero, tocado en su orgullo verde, sus jugadores volvieron al segundo tiempo con otra mentalidad, otra actitud. Desde el inicio del complemento demostraron el cambio autoexigido en el descanso y a puro empuje consiguieron el 2 a 2 con una extensa y veloz corrida del Gaita por izquierda, centro al área y llegada de Wallas por el segundo palo. Con un gran salto el volante derecho se elevó y frenteó la pelota hacia la red.
Ya con el segundo empate parcial y el correr de los minutos se comenzó a sentir el agotamiento físico y el Verde, ahora sí, se lamentaba por la falta de banco de suplentes.
Una jugada dentro del área grande del arco de Seligmann resultó muy trabada; ni los defensores rechazaban ni los atacantes conseguían el tiro al arco, pero el pitido del árbitro derivó en el cobro de un tiro libre indirecto dentro del área por jugada peligrosa de un verdefensor. Con una muchedumbre de jugadores amontonados a la espera de la ejecución la barrera se verdesordenó y por debajo del hombre (o del Señor) que saltó, el remate masón se escabulló y ni el esfuerzo del Arquerazo sirvió para evitar el 3 a 2. Pero para suerte de los mejicanos, minutos después el Galle conquistó la tercera igualdad por un rebote en el área. Y a partir de allí, gracias al verdempuje, casi lo dan vuelta, pero por cuestión de escasos centímetros el DREADlantero no pudo conectar una entrada suya por el segundo palo.
No obstante, una-dos-tres-CUATRO veces, Los Masones iban a convertir por un error de la última línea verde. Una pelota pérdida por la izquierda, dos de bordó entrando libres por derecha y a cobrar. Otra vez en verdesventaja y ya no quedaba tiempo para nada, cuando con el último aliento casi llega el verdedesahogo; un par de rebotes, remates y más remates y rebotes en el área terminaron con un golpe en el poste horizontal y allí se fueron las esperanzas.
Para destacar..
* La suerte del primer tiempo.
* La actitud del segundo tiempo.
* Las birras viendo Boca - Lanús en el tercer tiempo.
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